Halitosis

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Halitosis

La halitosis es el mal aliento persistente que puede tener causas bucales o sistémicas.

La prevalencia de halitosis en adolescentes y adultos es del 31,8%, con una tendencia mundial al aumento, por lo que se requiere una mayor implicación en la prevención y tratamiento.1

La halitosis autopercibida puede provocar ansiedad, reducción de la autoestima, mala interpretación de las actitudes de los demás, vergüenza e incomodidad relacional, lo que a menudo resulta en aislamiento social.2

Fuentes:
1Silva, M., Leite, F., Ferreira, L., Pola, N., Scannapieco, F., Demarco, F., & Nascimento, G. (2017). Estimated prevalence of halitosis: a systematic review and meta-regression analysis. Clinical Oral Investigations, 22, 47-55. https://doi.org/10.1007/s00784-017-2164-5.
2Mento, C., Lombardo, C., Milazzo, M., Whithorn, N., Boronat-Catalá, M., Almiñana-Pastor, P., Fernàndez, C., Bruno, A., Muscatello, M., & Zoccali, R. (2021). Adolescence, Adulthood and Self-Perceived Halitosis: A Role of Psychological Factors. Medicina, 57. https://doi.org/10.3390/medicina57060614.


Qué es la Halitosis

La halitosis, comúnmente conocida como mal aliento, es una condición caracterizada por un olor desagradable en el aliento. Puede ser un problema ocasional o crónico y aunque a menudo se debe a problemas de higiene bucal también puede ser indicativo de otras condiciones de salud.

En algunos casos, la halitosis puede ser un síntoma de una afección subyacente del oído, la nariz o la garganta. Los otorrinolaringólogos están especializados en el diagnóstico y tratamiento de estas afecciones y pueden ayudar a determinar la causa de la halitosis y recomendar el tratamiento adecuado.

Síntomas de la Halitosis

El síntoma principal obvio de la halitosis es un mal olor que emana de la boca. El olor puede ser más intenso por la mañana o después de fumar, beber café o comer determinados alimentos, como el ajo.

Dado que muchas personas pueden no ser capaces de detectar su propio mal aliento, hay otros síntomas o señales indirectas que pueden indicar la presencia de halitosis:

  • Sabor desagradable o inusual en la boca: este puede ser especialmente notorio al despertar o después de consumir ciertos alimentos o bebidas.
  • Boca seca: la sequedad en la boca puede contribuir al mal aliento. La saliva ayuda a limpiar la boca, por lo que su ausencia puede hacer que se acumulen partículas de comida y células muertas.
  • Capa blanca en la lengua (saburra lingual): la presencia de una capa blanca o amarillenta en la lengua, especialmente en la parte posterior, puede ser un indicador de crecimiento bacteriano que contribuye al mal aliento.
  • Quejas o comentarios de otros: a menudo son los amigos, familiares o colegas quienes primero notan el mal aliento en una persona.
  • Necesidad frecuente de masticar chicles o usar sprays bucales: el uso constante de estos productos para disfrazar el olor puede ser una señal de que una persona está consciente de su mal aliento.

Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante que consulte a un profesional de la salud para descartar cualquier afección médica subyacente.

Tipos de Halitosis

Hay dos tipos principales de halitosis:

  • Halitosis fisiológica: es el tipo más común de halitosis y es causada por factores temporales, como comer ciertos alimentos, fumar o despertarse por la mañana. La halitosis fisiológica suele ser leve y desaparece por sí sola.
  • Halitosis patológica: este tipo de halitosis es causada por una afección médica subyacente, como enfermedad periodontal, enfermedad de las vías respiratorias superiores o diabetes. La halitosis patológica suele ser más grave y persistente que la halitosis fisiológica.

Tipos de halitosis fisiológica:

  • Halitosis matutina: el tipo más común de halitosis fisiológica y es causada por la disminución del flujo de saliva durante la noche. La saliva ayuda a eliminar las bacterias y los restos de comida de la boca, por lo que cuando no hay suficiente saliva, puede producirse mal aliento.
  • Halitosis alimentaria: causada por comer ciertos alimentos, como ajo, cebollas y café. Estos alimentos contienen compuestos que pueden descomponerse en el estómago y producir gases que huelen mal.
  • Halitosis del fumador: fumar daña los tejidos de la boca y puede provocar mal aliento. Los productos químicos del tabaco también pueden adherirse a los dientes y las encías, lo que dificulta su eliminación.

Tipos de halitosis patológica:

  • Halitosis periodontal: es causada por la enfermedad periodontal, una infección de las encías. La enfermedad periodontal puede provocar la acumulación de placa y bacterias en las bolsas alrededor de los dientes. Estas bacterias pueden producir gases que huelen mal.
  • Halitosis de las vías respiratorias superiores: ocasionada por una infección de las vías respiratorias superiores, como un resfriado o una infección de los senos nasales. Las infecciones de las vías respiratorias superiores pueden producir moco que gotea hacia la parte posterior de la garganta y provoca mal aliento.
  • Halitosis diabética: causada por la diabetes. Las personas con diabetes no controlada pueden tener niveles altos de cetonas en la sangre. Las cetonas son un tipo de ácido que puede producir un olor afrutado en el aliento.

Si experimenta mal aliento persistente, es importante que consulte a un profesional de la salud para descartar cualquier afección médica subyacente.


Por qué se produce la Halitosis

La halitosis, o mal aliento, puede originarse por una variedad de factores que varían en función de su causa subyacente.

Un factor predominante es la acumulación de bacterias en la boca, particularmente en la lengua y en los espacios interdentales. Estas bacterias descomponen partículas de comida, liberando sustancias con olores desagradables. Este proceso se ve a menudo exacerbado por la xerostomía o sequedad bucal, que reduce la capacidad natural de la saliva para limpiar la boca y controlar las bacterias.

Además, diversas enfermedades pueden ser responsables del mal aliento. Estas incluyen afecciones orales como caries y enfermedades periodontales; problemas respiratorios como sinusitis; trastornos gastrointestinales que afectan la digestión; y condiciones sistémicas como la diabetes, que pueden alterar los procesos metabólicos del cuerpo.

Igualmente, ciertos medicamentos y tratamientos médicos pueden contribuir a la halitosis. Algunos fármacos inducen sequedad en la boca o liberan compuestos químicos en el aliento, mientras que otros pueden alterar la composición química de la saliva, afectando así el equilibrio bucal.

Comprender la causa específica del mal aliento es clave para determinar el tratamiento más efectivo y mejorar la calidad de vida del afectado.


Cómo se pueden prevenir la Halitosis

La halitosis se puede prevenir con una buena higiene bucal y hábitos de vida saludables.

Algunos consejos para prevenir la halitosis:

Higiene bucal:

  • Cepíllate los dientes después de cada comida durante al menos dos minutos cada vez. Usa un cepillo de dientes de cerdas suaves y pasta dental con flúor.
  • Usa hilo dental una vez al día para eliminar la placa y los restos de comida entre los dientes.
  • Limpia tu lengua con un raspador o un cepillo de dientes suave para eliminar las bacterias que se acumulan en la superficie.
  • Visita a tu dentista regularmente para limpiezas profesionales y chequeos.

Hábitos de vida:

  • Bebe mucha agua para mantener la boca húmeda. La boca seca puede aumentar el riesgo de mal aliento.
  • Evita fumar. fumar daña los tejidos de la boca y produce gases malolientes.
  • Reduce el consumo de alcohol. el alcohol puede deshidratar la boca y contribuir al mal aliento.
  • Come una dieta saludable. evita los alimentos con olores fuertes, como ajo, cebolla y café.
  • Controla el estrés. el estrés puede aumentar la producción de bacterias en la boca.

Consejos adicionales:

  • Mastica chicle sin azúcar después de las comidas. esto puede ayudar a estimular la producción de saliva y eliminar las bacterias de la boca.
  • Usa un enjuague bucal con antiséptico. esto puede ayudar a matar las bacterias que causan el mal aliento.
  • Toma suplementos de zinc. el zinc puede ayudar a combatir las bacterias que causan el mal aliento.

Si experimentas mal aliento persistente a pesar de seguir estos consejos, consulta a tu médico o dentista para descartar cualquier enfermedad subyacente.


Tratamientos para la Halitosis

El tratamiento de la halitosis depende de la causa subyacente.

  • Halitosis fisiológica: se aplican medidas de prevención con mejora de la higiene bucal y hábitos de vida saludable.
  • Halitosis patológica: se debe abordar la enfermedad causante con el tratamiento adecuado para cada caso y/o mitigar sus efectos en el aliento.

Pruebas diagnósticas

Para diagnosticar la halitosis y determinar su causa, se pueden utilizar varias pruebas diagnósticas. Estas pruebas ayudan a identificar la fuente del mal aliento y a guiar el tratamiento adecuado. Las más comunes incluyen:

  • Evaluación clínica:
    • Examen físico de la boca: se busca caries, enfermedad periodontal, placa bacteriana, lengua saburral u otras condiciones bucales que puedan contribuir al mal aliento.
    • Exploración de la nariz y la garganta: se observa la presencia de pólipos nasales, rinitis crónica, amigdalitis u otras condiciones que pueden afectar la respiración y el olfato.
  • Pruebas de laboratorio:
    • Evaluación de la saliva: se analiza la cantidad y composición de la saliva para determinar si existe sequedad bucal o alteraciones en la flora bacteriana.
    • Halimetría: Mide la concentración de gases malolientes en el aliento, como los compuestos volátiles de azufre (VSCs).
    • Análisis de sangre: permite descartar enfermedades sistémicas como diabetes, enfermedades renales o hepáticas que pueden causar halitosis.
    • Cultivo de saliva: se realiza para identificar bacterias específicas que pueden estar produciendo el mal aliento.
  • Pruebas de imagen:
    • Endoscopia nasal (Rinomicroscopia o Rinofibrolaringoscopia): se introduce una cámara flexible a través de la nariz para observar el interior de las fosas nasales y la nasofaringe. Permite detectar pólipos nasales, hipertrofia de cornetes, rinitis crónica y otras condiciones que pueden causar halitosis.
    • Laringoscopia o laringoestroboscopia: se utiliza un espejo o una cámara para observar la laringe y las cuerdas vocales. Permite detectar inflamación, úlceras, tumores u otras condiciones que pueden afectar la voz y contribuir al mal aliento.
  • Otras pruebas:
    • Prueba de la cuchara: se raspa la superficie de la lengua con una cuchara y se huele la muestra para detectar bacterias que producen mal aliento.
    • Cuestionario sobre el estilo de vida: se pregunta al paciente sobre sus hábitos de higiene bucal, alimentación, consumo de alcohol y tabaco, etc., para identificar factores que puedan contribuir al mal aliento.
    • Historial médico y revisión de medicamentos: revisar el historial médico completo y los medicamentos que toma el paciente puede proporcionar pistas importantes, especialmente si la halitosis es un efecto secundario de algún medicamento.

En algunos casos, puede ser necesario realizar una combinación de varias pruebas para determinar la causa precisa de la halitosis. A menudo requiere un enfoque integral y en algunos casos la colaboración entre diferentes especialistas como otorrinolaringólogos, dentistas, médicos generales y especialistas en gastroenterología, dependiendo de la causa subyacente sospechada.

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