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Qué es la Microcirugía endolaríngea

La microcirugía endolaríngea es una avanzada técnica de cirugía mínimamente invasiva utilizada para diagnosticar y tratar diversas afecciones en la laringe y las cuerdas vocales. Es ideal para preservar al máximo el tejido sano y minimizar el impacto sobre la funcionalidad de la voz, lo cual resulta esencial para pacientes que dependen de su voz en la vida diaria o profesional.

Es una opción eficaz cuando la patología afecta gravemente la calidad vocal o la respiración y no ha respondido a otros tratamientos

Este procedimiento se realiza mediante el uso de un laringoscopio, un dispositivo que permite el acceso directo a las estructuras laríngeas, junto con un microscopio quirúrgico que proporciona una visión detallada y aumentada de la zona de intervención.

Su objetivo es proporcionar una solución precisa y duradera que preserve la funcionalidad de la voz y minimice las secuelas postoperatorias.

Cuándo está indicada la Microcirugía endolaríngea

La microcirugía endolaríngea se considera cuando otros tratamientos no han sido efectivos o cuando la patología puede comprometer seriamente la función vocal. Las indicaciones específicas para este procedimiento son variadas y abarcan desde lesiones benignas hasta algunos tumores.

Las condiciones más frecuentes que justifican la microcirugía endolaríngea incluyen:

• Nódulos vocales: pequeñas formaciones benignas que aparecen en las cuerdas vocales generalmente como resultado de un uso excesivo o incorrecto de la voz. Estas lesiones provocan ronquera, disminución del volumen y esfuerzo al hablar, afectando la claridad vocal.
• Pólipos en las cuerdas vocales: los pólipos son crecimientos benignos que pueden formarse en una o ambas cuerdas vocales causados por irritación o uso excesivo de la voz. Al interferir con la vibración de las cuerdas afectan el tono y la resonancia de la voz, generando dificultades al hablar.
• Quistes de Cuerdas Vocales: los quistes son sacos cerrados llenos de líquido o material semisólido que se desarrollan dentro o sobre las cuerdas vocales. Estos quistes pueden obstaculizar la vibración adecuada de las cuerdas y causar alteraciones en la voz. La microcirugía es el tratamiento de elección para extirpar el quiste y preservar la integridad vocal.
• Papilomas laríngeos: la papilomatosis laríngea es una infección viral que genera el crecimiento de pequeñas verrugas en las cuerdas vocales. En casos avanzados puede dificultar no solo el habla sino también la respiración. La microcirugía permite la eliminación de estos crecimientos recurrentes, mejorando la función vocal y ayudando a prevenir la obstrucción respiratoria.
• Lesiones traumáticas: las cuerdas vocales pueden sufrir traumatismos debido a accidentes, intubaciones prolongadas o cirugías previas. Estas lesiones pueden dejar cicatrices o limitar el movimiento de las cuerdas vocales afectando la capacidad para producir una voz clara y fuerte. La microcirugía ayuda a corregir estos defectos, restaurando en lo posible la funcionalidad de las cuerdas vocales.
• Tumores benignos: se utiliza la microcirugía endolaríngea para extirpar tumores benignos que pueden interferir con la voz o el flujo de aire en la laringe. La técnica permite extirpar el tejido anormal con precisión y sin dañar las estructuras vocales adyacentes.
• Granulomas: estos son crecimientos inflamatorios que pueden desarrollarse en las cuerdas vocales como resultado de irritación crónica, reflujo ácido o abuso vocal. Al reducir el espacio de las vías respiratorias o afectar la vibración de las cuerdas pueden causar dificultades para hablar. La microcirugía permite extirpar los granulomas, aliviando los síntomas y mejorando la calidad de la voz.
• Parálisis unilateral de cuerdas vocales: en casos en que una cuerda vocal queda paralizada la microcirugía puede ser empleada en combinación con técnicas como la inyección de material de relleno para mejorar la posición de la cuerda afectada. Esto ayuda a optimizar el cierre glótico y la resonancia vocal, mejorando la proyección de la voz.

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Cómo se realiza la Microcirugía endolaríngea

Una vez que el otorrinolaringólogo ha considerado que este es el tratamiento más adecuado los pasos más habituales son:

• Anestesia general: la microcirugía endolaríngea se realiza bajo anestesia general para garantizar que el paciente esté inmóvil y cómodo. Esto permite al cirujano trabajar con precisión sin el riesgo de movimientos involuntarios. La anestesia es generalmente bien tolerada y en la mayoría de los casos de corta duración.
• Inserción del laringoscopio: una vez que el paciente está anestesiado se coloca un laringoscopio en la boca para acceder a las cuerdas vocales. Este instrumento permite mantener la laringe abierta y visible para el cirujano sin necesidad de realizar incisiones externas.
• Visualización con microscopio: el cirujano utiliza un microscopio quirúrgico que amplía la imagen de las cuerdas vocales y las estructuras de la laringe proporcionando una visión detallada y en tiempo real del área a tratar. Esta visualización permite una precisión extrema minimizando el riesgo de daño a los tejidos sanos.
• Eliminación de lesiones o alteraciones: con la ayuda de instrumentos quirúrgicos finos el cirujano procede a extirpar o modificar el tejido afectado. Según el tipo de lesión se pueden emplear herramientas como microtijeras, láser o microbisturíes, que permiten una eliminación precisa de nódulos, pólipos, quistes u otras alteraciones. En casos de papilomas o granulomas se utiliza el láser de manera selectiva para evitar el sangrado y controlar la lesión.
• Cierre y revisión final: una vez que el procedimiento principal ha concluido el cirujano revisa la zona tratada para asegurarse de que no haya sangrado residual y de que las cuerdas vocales se mantengan en una posición adecuada. La ausencia de puntos de sutura es común en estos procedimientos ya que el tejido de las cuerdas vocales suele cicatrizar rápidamente de manera natural.

El procedimiento suele durar entre 30 y 60 minutos dependiendo de la complejidad y el tipo de alteración tratada.

Tras la cirugía se recomienda un periodo de reposo vocal absoluto que puede extenderse de 7 a 10 días. Esto es seguido de una recuperación gradual bajo supervisión médica con una duración total de recuperación que varía de dos a cuatro semanas, según el caso específico y la respuesta individual del paciente.

Resultados

Los resultados de la microcirugía endolaríngea suelen ser altamente positivos permitiendo a los pacientes disfrutar de una notable mejora en la calidad de su voz y en su capacidad para comunicarse sin esfuerzo ni dolor.

Al ser mínimamente invasiva y altamente precisa favorece una recuperación rápida y una rehabilitación vocal más efectiva. Por ello reduce significativamente el riesgo de cicatrices, daños en los tejidos adyacentes y otros efectos secundarios que podrían afectar la calidad vocal.

La microcirugía endolaríngea no solo mejora la calidad vocal de forma inmediata sino que también promueve la salud a largo plazo de las cuerdas vocales, reduciendo el riesgo de complicaciones futuras.

Recuperación

La recuperación tras la microcirugía endolaríngea suele ser rápida y efectiva, facilitada por la precisión de esta técnica.

Para obtener el máximo beneficio es esencial seguir las recomendaciones postoperatorias, el reposo vocal y la terapia de voz.

En general se indica reposo vocal absoluto durante los primeros 5 a 10 días tras la cirugía. Este tiempo sin hablar permite que las cuerdas vocales se recuperen sin sufrir tensión adicional. Después de este periodo inicial, los pacientes pueden empezar a utilizar su voz de forma gradual y controlada, según las pautas del especialista. Además, es común que se sugiera un programa de terapia vocal para ayudar a fortalecer la voz y a evitar patrones de abuso vocal que puedan interferir con la recuperación.

La mayoría de los pacientes experimentan una recuperación completa de la voz en un periodo de 2 a 4 semanas, aunque esto puede variar en función de la extensión de la intervención y de la respuesta individual al tratamiento. Es posible que algunos pacientes noten una mejora progresiva en la calidad de su voz durante los meses posteriores, especialmente si mantienen las recomendaciones de cuidado vocal y terapia postoperatoria.

Riesgos

Aunque poco frecuentes, como en cualquier procedimiento quirúrgico, la microcirugía endolaríngea presenta algunos riesgos y posibles complicaciones. La mayoría son manejables con un seguimiento adecuado.

Algunos de estos son:

1. Infección: aunque se minimiza con antibióticos profilácticos y condiciones estériles existe un pequeño riesgo de infección en el área tratada..
2. Sangrado: puede producirse un sangrado leve en el sitio tratado durante o después de la cirugía, especialmente si se extirpa tejido. Este riesgo se reduce con las técnicas de microcirugía aunque en casos de sangrado persistente puede ser necesario un tratamiento adicional.
3. Cambios en la voz: temporalmente algunos pacientes pueden experimentar cambios en la voz como ronquera o debilidad vocal. Suelen ser transitorios y mejoran con el tiempo y la rehabilitación vocal. En casos muy raros, si el tejido cicatriza de forma inadecuada, los cambios pueden ser permanentes.
4. Cicatrización en las cuerdas vocales: la formación de cicatrices en las cuerdas vocales es un riesgo bajo pero puede ocurrir, afectando la capacidad de vibración y la calidad de la voz. La técnica quirúrgica precisa y el cumplimiento de las recomendaciones de reposo vocal ayudan a reducir este riesgo.
5. Parálisis de las cuerdas vocales: aunque es extremadamente raro la cirugía podría afectar los nervios que controlan las cuerdas vocales, causando parálisis en una o ambas cuerdas vocales. Esto podría comprometer la capacidad de hablar y requerir un tratamiento adicional.
6. Hinchazón e inflamación prolongadas: tras la cirugía es común que las cuerdas vocales presenten hinchazón temporal. En la mayoría de los casos desaparece rápidamente pero en algunas personas la inflamación puede prolongarse y afectar la calidad de la voz durante varias semanas.

Siguiendo las indicaciones del equipo médico y manteniendo un control regular, los pacientes pueden minimizar estos riesgos y alcanzar una recuperación exitosa y estable de la voz.

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Beneficios de la Microcirugía endolaríngea

La microcirugía endolaríngea aporta múltiples beneficios, especialmente a quienes sufren afecciones que afectan la función y calidad vocal.. Estos son algunos de los principales:

1. Mejora de la calidad vocal: al eliminar lesiones como nódulos, pólipos o quistes, la microcirugía endolaríngea permite restaurar una vibración normal en las cuerdas vocales, devolviendo una voz clara, sin ronquera y sin esfuerzo.
2. Reducción del esfuerzo vocal: las personas que deben hablar o usar su voz durante periodos prolongados encuentran un alivio significativo en el esfuerzo vocal, lo cual reduce la fatiga y el riesgo de sufrir nuevas lesiones vocales. Esto es particularmente beneficioso para profesionales de la voz como maestros, locutores y cantantes.
3. Recuperación de la función vocal: en casos de parálisis o lesiones ayuda a restaurar la movilidad y función de las cuerdas vocales, devolviendo al paciente la capacidad de comunicarse eficazmente y mejorar su calidad de vida.
4. Solución duradera y segura: la microcirugía endolaríngea es una solución efectiva y duradera en casos de lesiones benignas. Al tratar directamente el tejido dañado ofrece una mejora estable reduciendo la necesidad de tratamientos repetidos o paliativos.
5. Menor tiempo de recuperación y retorno a actividades: gracias a su precisión y mínima invasión permite una recuperación más rápida en comparación con otras técnicas quirúrgicas, lo cual facilita un retorno temprano a las actividades diarias.

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Preguntas frecuentes