La Poliposis nasal es una enfermedad inflamatoria crónica que causa el crecimiento de pólipos benignos en la nariz y los senos paranasales.
Es una condición relativamente común, que afecta a aproximadamente el 4% de la población mundial. En España, se estima que afecta a alrededor de 1,2 millones de personas1.
Suele aparecer en personas de entre 20 y 40 años, aunque también puede afectar a personas de todas las edades. Es más frecuente en hombres que en mujeres1.
Fuentes:
1Organización Mundial de la Salud (OMS) «Enfermedades crónicas de las vías respiratorias superiores. Informe de la OMS, 2022.».
Academia Americana de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello (AAO-HNS) «Nasal Polyposis. AAO-HNS Clinical Practice Guideline, 2022».
Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía Cervicofacial (SEORL-CCC) «Poliposis nasal. Guía de práctica clínica, 2020».
Qué es la Poliposis nasal
La poliposis nasal es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a los senos paranasales y la nariz. Se caracteriza por la formación de pólipos, que son crecimientos benignos de tejido mucoso.
Los pólipos nasales suelen ser de color blanco o amarillo y pueden tener un tamaño variable, desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros. Suelen ser suaves y blandos al tacto, y pueden obstruir las fosas nasales, lo que dificulta la respiración.
Síntomas de la Poliposis nasal
Los síntomas de la poliposis nasal pueden variar en función del tamaño y la ubicación de los pólipos.
Los síntomas más comunes incluyen:
- Obstrucción o bloqueo nasal: es uno de los síntomas más comunes. Los pólipos nasales pueden obstruir las fosas nasales, lo que dificulta la respiración por la nariz. Esto puede provocar dificultad para respirar (especialmente durante actividades físicas), ronquidos y somnolencia diurna (por dificultad para dormir).
- Congestión nasal: pueden provocar una sensación de congestión nasal, incluso cuando no hay secreciones. Esto puede dificultar la respiración y la audición.
- Secreción nasal: puede haber un aumento en la secreción nasal, que puede ser acuosa o mucopurulenta, y constante.
- Goteo Postnasal: sensación de moco que fluye por la parte posterior de la garganta.
- Pérdida del sentido del olfato: pueden obstruir los conductos que conducen al sentido del olfato, lo que puede provocar pérdida del olfato. Esto puede dificultar la degustación de los alimentos y disfrutar de las experiencias sensoriales.
- Dolor de cabeza: también pueden provocar dolor de cabeza, especialmente en la frente y las mejillas. Esto se debe a la presión que los pólipos ejercen sobre los nervios y los vasos sanguíneos.
- Infección sinusal o sinusitis: en casos más graves pueden dificultar el drenaje de los senos paranasales, lo que puede aumentar el riesgo de infección. Es una de las causas más comunes de la sinusitis crónica.
- Insuficiencia respiratoria: en casos muy graves, los pólipos nasales pueden obstruir completamente las fosas nasales, lo que puede provocar insuficiencia respiratoria.
Estos síntomas no son exclusivos de la poliposis nasal y pueden estar presentes en otras afecciones. Por lo tanto, un diagnóstico preciso realizado por un profesional de la salud es esencial para un tratamiento adecuado. Además, la poliposis nasal a menudo se asocia con otras condiciones como el asma y la rinitis alérgica, lo que puede complicar o intensificar los síntomas.
Tipos de Poliposis nasal
La poliposis nasal puede clasificarse en diferentes tipos según su causa y las características de los pólipos.
Los tipos más comunes son:
- Poliposis Nasal Aislada o Primaria: es el tipo más común y ocurre sin una enfermedad subyacente identificable. Los pólipos se forman directamente en las fosas nasales o en los senos paranasales y pueden ser múltiples. Este tipo está más asociado con factores como alergias, asma, infecciones crónicas y sensibilidad a medicamentos como la aspirina.
- Poliposis Nasal Secundaria: ocurre como resultado de una enfermedad o condición subyacente. Por ejemplo, puede estar asociada con enfermedades como la fibrosis quística, el asma grave, la sensibilidad a la aspirina (tríada de Samter), y enfermedades del tejido conectivo. En estos casos, el tratamiento de la condición subyacente es crucial para el manejo de la poliposis nasal.
- Poliposis Nasal Antrocoanal: es un tipo menos común, donde un único pólipo grande se origina en los senos paranasales (usualmente el seno maxilar) y se extiende hacia la cavidad nasal. Es más común en niños y adolescentes.
- Poliposis Nasal Etmoidal: en este tipo, los pólipos se desarrollan en el laberinto etmoidal, una estructura ubicada entre la nariz y los ojos. Este tipo es más común en adultos y puede estar asociado con condiciones crónicas como rinitis alérgica y asma.
Según el origen, la poliposis nasal se puede clasificar en:
- Poliposis nasal idiopática: es la forma más común de poliposis nasal. La causa no se conoce con exactitud, pero se cree que está relacionada con una respuesta inflamatoria anormal del sistema inmunitario.
- Poliposis nasal asociada a asma: los pacientes con asma tienen un mayor riesgo de desarrollar poliposis nasal. Se cree que la inflamación pulmonar asociada al asma puede contribuir al desarrollo de pólipos nasales.
- Tríada de Widal: es una condición rara que afecta a las personas con asma, intolerancia a la aspirina y poliposis nasal.
Según la gravedad, la poliposis nasal se puede clasificar en:
- Poliposis nasal leve: los pólipos son pequeños y no obstruyen las fosas nasales.
- Poliposis nasal moderada: los pólipos son más grandes y pueden obstruir parcialmente las fosas nasales.
- Poliposis nasal grave: los pólipos son muy grandes y obstruyen completamente las fosas nasales.
Según la ubicación, la poliposis nasal se puede clasificar en:
- Poliposis nasal anterior: los pólipos se encuentran en la parte frontal de la nariz.
- Poliposis nasal posterior: los pólipos se encuentran en la parte posterior de la nariz, en los senos paranasales.
Por qué se produce la Poliposis nasal
La causa exacta de la poliposis nasal no se entiende completamente, pero se cree que resulta de una combinación de factores que provocan una inflamación crónica en las fosas nasales y los senos paranasales. Esta inflamación se considera el factor central en la formación de pólipos nasales.
Los principales factores involucrados en el desarrollo de la poliposis nasal incluyen:
- Alergias: las personas con alergias son más propensas a desarrollar polipos nasales ya que las alergias pueden causar inflamación de la mucosa nasal, lo que puede favorecer el crecimiento de pólipos.
- Infecciones: las infecciones sinusales crónicas también pueden aumentar el riesgo de poliposis nasal. Las infecciones pueden causar inflamación de la mucosa nasal, lo que puede favorecer el crecimiento de pólipos.
- Enfermedades autoinmunes: las personas con enfermedades autoinmunes, como la fibrosis quística o la enfermedad de Crohn, también tienen un mayor riesgo de desarrollar poliposis nasal. Las enfermedades autoinmunes pueden causar inflamación crónica en todo el cuerpo, lo que puede contribuir al crecimiento de pólipos.
- Intolerancia a la aspirina: las personas con intolerancia a la aspirina tienen un mayor riesgo de desarrollar poliposis nasal. La intolerancia a la aspirina puede causar inflamación en el cuerpo, lo que también puede contribuir al crecimiento de pólipos.
- Infecciones fúngicas o bacterianas: las infecciones crónicas, especialmente las causadas por hongos o bacterias, pueden contribuir al desarrollo de pólipos nasales.
- Condiciones genéticas: algunas condiciones genéticas, como la fibrosis quística o la discinesia ciliar primaria, están asociadas con un mayor riesgo de poliposis nasal.
- Factores ambientales: la exposición a ciertos irritantes ambientales, como el humo del tabaco, productos químicos o contaminantes, también puede desempeñar un papel en el desarrollo de pólipos nasales.
La poliposis nasal puede ser multifactorial, lo que significa que varios de estos factores pueden interactuar para causar la condición en un individuo específico. El diagnóstico y tratamiento adecuados requieren una evaluación cuidadosa por parte de un profesional de la salud.
Cómo se puede prevenir la Poliposis nasal
Dado que la causa exacta de la Poliposis nasal no siempre es clara es muy difícil prevenirla. Sin embargo hay varias estrategias que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar pólipos nasales o a prevenir su recurrencia después del tratamiento:
- Controle las alergias y asma: las alergias son una de las principales causas de poliposis nasal. Si tiene alergias, es importante controlarlas para reducir su riesgo de desarrollar pólipos nasales. Esto puede hacerse mediante la eliminación de los alérgenos desencadenantes, el uso de medicamentos antihistamínicos o el tratamiento con inmunoterapia.
- Tratamiento de las infecciones sinusales: las infecciones sinusales crónicas también pueden aumentar el riesgo de poliposis nasal. Si tiene infecciones sinusales crónicas, es importante tratarlas para reducir su riesgo de desarrollar pólipos nasales. Esto puede hacerse mediante antibióticos o cirugía.
- Evite la exposición a irritantes: los irritantes, como el humo del tabaco, el aire contaminado y los productos químicos, pueden causar inflamación de la nariz y los senos paranasales, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar pólipos nasales. Es importante evitar la exposición a estos irritantes en la medida de lo posible.
- Uso Cuidadoso de Medicamentos: en personas sensibles, ciertos medicamentos como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) pueden desencadenar poliposis nasal. Si tienes una historia de sensibilidad a estos medicamentos, consulta alternativas con tu médico.
- Humidificación del Aire: mantener un nivel adecuado de humedad en el hogar puede ayudar a reducir la sequedad nasal, lo que puede contribuir a la salud de las fosas nasales.
- Prácticas de Higiene Nasal: la limpieza regular de las fosas nasales, por ejemplo, utilizando soluciones salinas o irrigaciones nasales, puede ayudar a mantener las fosas nasales limpias y a reducir la inflamación.
- Lleve un estilo de vida saludable: aunque no hay una relación directa establecida, una dieta balanceada y un estilo de vida saludable pueden contribuir a un sistema inmunológico más fuerte, lo cual podría ser beneficioso en la prevención de condiciones inflamatorias.
También hay algunas investigaciones que sugieren que tomar suplementos de vitamina D y omega-3 puede ayudar a prevenir la poliposis nasal. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos.
Tratamientos para la Poliposis nasal
El tratamiento de la poliposis nasal generalmente se enfoca en reducir el tamaño de los pólipos o eliminarlos, así como en manejar los síntomas asociados y las condiciones subyacentes.
Los tratamientos comunes incluyen:
- Medicamentos antiinflamatorios: los medicamentos antiinflamatorios, como los corticosteroides intranasales u orales, pueden ayudar a reducir la inflamación y el tamaño de los pólipos, aliviando sus síntomas. Algunos intranasales incluyen la fluticasona, mometasona y budesonida. Un corticosteroide oral utilizado es la prednisona, pero debido a los posibles efectos secundarios su uso el limitado en el tiempo.
- Manejo de condiciones asociadas: tratar las afecciones relacionadas, como alergias, asma o infecciones sinusales crónicas, es crucial para controlar la poliposis nasal y prevenir su recurrencia. Esto incluye por ejemplo los antihistamínicos que ayudan a reducir las secreciones nasales y la congestión nasal.
- Irrigaciones nasales con solución salina: las irrigaciones nasales regulares con solución salina pueden ayudar a mantener las fosas nasales limpias y reducir la irritación.
- Medicamentos biológicos: para casos graves o recurrentes, se pueden considerar medicamentos biológicos que actúan sobre el sistema inmunológico para controlar la inflamación. Estos son relativamente nuevos en el tratamiento de la poliposis nasal y generalmente se reservan para casos que no responden a otros tratamientos.
- Cirugía de pólipos nasales: en casos donde los medicamentos no son efectivos, se puede recomendar una cirugía para extirpar los pólipos. La cirugía puede mejorar los síntomas y la calidad de vida pero los pólipos a menudo regresan, especialmente si no se trata la condición subyacente. Los principales tipos de cirugía incluyen:
- Polipectomía endoscópica nasal: esta es la cirugía más común para la poliposis nasal. Consiste en la extirpación de los pólipos a través de la nariz mediante un endoscopio, un tubo delgado con una cámara en el extremo.
- Cirugía endoscópica de sinusitis: esta cirugía consiste en abrir los senos paranasales para mejorar el drenaje y la ventilación. La cirugía endoscópica de sinusitis también puede ayudar a extirpar los pólipos.
- Cirugía abierta: esta cirugía se realiza a través de incisiones en la cara o la nariz. La cirugía abierta se utiliza generalmente para los casos de poliposis nasal grave o complicada.
Después de la cirugía, es importante seguir las instrucciones de su médico para ayudar a prevenir la recurrencia de los pólipos. Estas instrucciones pueden incluir el uso de medicamentos antiinflamatorios, la realización de lavados nasales y el control de los factores desencadenantes de la alergia.
Pruebas diagnósticas
Para diagnosticar la poliposis nasal se realizan una combinación de evaluaciones clínicas y pruebas diagnósticas. Las pruebas más comunes incluyen:
- Examen físico: inspección visual de las fosas nasales. Los pólipos nasales pueden ser visibles a simple vista o con instrumentos especializados.
- Endoscopia nasal con rinomicroscopio: también conocida como rinoscopia. Se utiliza un endoscopio que es un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara en el extremo, para inspeccionar el interior de las fosas nasales y los senos paranasales.
- Endoscopia nasal con rinofibrolaringoscopio: también conocida como rinofibrolaringoscopia proporciona un mayor detalle en la visualización de las zonas afectadas.
- Tomografía computarizada (TC) de los senos paranasales: esta prueba utiliza rayos X para crear imágenes detalladas de los senos paranasales. la TC puede ayudar al médico a ver la ubicación, el tamaño y la gravedad de los pólipos.
- Resonancia magnética (RM) de los senos paranasales: utiliza imanes y ondas de radio para crear imágenes detalladas de los senos paranasales. la RM puede ser más sensible que la TC para detectar pólipos pequeños o ocultos.
- Cultivo Nasal: en algunos casos, se puede tomar una muestra del interior de la nariz para identificar la presencia de bacterias u hongos, especialmente si se sospecha de una infección.
- Cultivo de secreción nasal: el cultivo de secreción nasal puede ayudar a para detectar marcadores de inflamación o infección.
- Pruebas de alergia: ayudar a determinar si las alergias están contribuyendo a la poliposis nasal.
- Prueba de Función Pulmonar: si el paciente tiene síntomas de asma, se pueden realizar pruebas de función pulmonar para evaluar cómo está afectando la poliposis nasal a la respiración.
- Análisis de Sensibilidad a la Aspirina: para pacientes con síntomas de la tríada de Samter (asma, sensibilidad a la aspirina y poliposis nasal), se pueden realizar pruebas para confirmar la sensibilidad a los AINEs.
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