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Qué es la desviación del tabique nasal

La desviación del tabique nasal, también conocida como tabique nasal desviado o septum desviado, es una condición en la que el tabique, la pared delgada de cartílago y hueso que separa las dos fosas nasales, está desplazado o inclinado hacia un lado. En muchas personas, el tabique nasal está descentrado, lo que hace que una fosa nasal sea más pequeña. 

Síntomas del Tabique nasal desviado

Los síntomas de la desviación del tabique nasal pueden variar dependiendo del grado y la severidad de la desviación.

Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

• Obstrucción nasal o dificultad para respirar por la nariz: uno de los síntomas más frecuentes. Puede ser constante o alternar entre las fosas nasales.
• Respiración ruidosa durante el sueño: esto puede ser especialmente notable en bebés y niños pequeños con esta afección.
• Ronquidos: a menudo debido a la obstrucción parcial del flujo de aire a través de la nariz.
• Sequedad nasal y sangrados: la desviación del tabique puede causar una disminución de la humidificación del aire inhalado, lo que puede llevar a sequedad y sangrados nasales.
• Congestión o secreción nasal recurrente: las personas pueden experimentar congestión nasal con mayor frecuencia debido a la alteración en el flujo de aire y la posible acumulación de mucosidad.
• Infecciones sinusales y sinusitis: la obstrucción puede interferir con el drenaje sinusoidal, llevando a infecciones recurrentes.
• Dolor de cabeza: en algunos casos puede ser causado por la presión que la desviación del tabique nasal ejerce sobre los nervios de la cara.

En casos graves la desviación del tabique nasal puede causar complicaciones como:

• Insuficiencia respiratoria: cuándo no se puede proporcionar suficiente oxígeno al cuerpo.
• Apnea del sueño: condición en la que la respiración se detiene o se vuelve irregular durante el sueño.
• Depresión: causada por la falta de sueño o la dificultad para respirar causada por la desviación del tabique nasal.

Tipos de Tabique nasal desviado

   Las desviaciones septales han sido objeto de multitud de clasificaciones basadas en su morfología, la cronología de su origen, localización y con fines quirúrgicos.

La clasificación de M.Mladina establece los tipos:

• Tipo I: moderada desviación anterior que no compromete la función nasal. Se pre­presenta como una cresta anterior a lo largo del área de la válvula nasal. No afecta a toda la longitud del septum nasal y no contacta con la pared lateral de la válvula nasal.
• Tipo II: desviación vertical anterior. Existe una cresta vertical unilateral en el área de la válvula nasal.
• Tipo III: desviación vertical posterior. Existe una cresta vertical unilateral cerca de la cabeza del cornete medio. Puede asociar concha bullosa en el cornete medio contralateral.
• Tipo IV: desviación septal en forma de S. Existen dos crestas, una a nivel del cornete medio y otra contralateral en el área de la válvula nasal.
• Tipo V: se presenta como un espolón horizontal en el septum nasal, normalmente en contacto con la pared nasal lateral.
• Tipo VI: desviación similar a la tipo V, con un canal profundo horizontal en el lado opuesto.
• Tipo VII: septo arrugado. Mezcla variable de las previas.

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Por qué se produce una desviación de septo

La desviación del tabique nasal puede deberse a varias causas, entre las cuales se incluyen:

• Afección presente al nacer: en algunos casos, un tabique desviado ocurre durante el desarrollo del feto en el útero y es aparente al nacer.
• Lesión en la nariz: la causa más común en adultos es un trauma en la nariz, como un golpe o una fractura. Entre las que figuran las lesiones menores que a veces pasan desapercibidas o se olvidan con el tiempo.
• Deformidades producidas durante el crecimiento: los traumatismos nasales y las deformidades durante el crecimiento, sobretodo en la adolescencia, también pueden ser causas frecuentes de la desviación del tabique nasal.
• Enfermedades o afecciones médicas: ciertas condiciones médicas, como una inflamación crónica o la presencia de tumores en la nariz, aunque son menos comunes, también pueden causar una desviación del tabique.

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Cómo se puede prevenir el Tabique nasal desviado

La prevención de la desviación del tabique nasal se centra en evitar accidentes que involucren contacto con la nariz o la cara, como caídas o lesiones deportivas, utilizando equipos de protección adecuados para practicar deportes o actividades de riesgo.

Una vez que aparecen síntomas de obstrucción nasal u otros relacionados con la desviación del tabique nasal, es importante acudir a un especialista en otorrinolaringología para recibir un diagnóstico preciso y determinar el tratamiento más adecuado, que puede incluir opciones farmacológicas o, en algunos casos, corrección quirúrgica, como la septoplastia.

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Tratamientos para la desviación del tabique nasal

El tratamiento para la desviación del tabique nasal depende de la severidad de los síntomas y cómo estos afectan la calidad de vida del individuo.

Las opciones de tratamiento incluyen:

1. Tratamientos no Quirúrgicos:
   • Descongestionantes nasales: pueden ayudar a reducir la congestión nasal y facilitar la respiración, pero su uso prolongado no es recomendable.
   • Corticosteroides nasales: estos aerosoles pueden reducir la inflamación en la nariz y mejorar los síntomas de congestión.
   • Antihistamínicos y otros medicamentos: útiles si los síntomas están relacionados con alergias.
2. Procedimientos Quirúrgicos:
   • Septoplastia: es la cirugía más común para corregir la desviación del tabique. El objetivo es enderezar el tabique nasal, mejorando así el flujo de aire a través de la nariz.
   • Turbinoplastia: a veces se realiza junto con la septoplastia si los cornetes nasales (estructuras óseas cubiertas de tejido blando en la nariz) también están agrandados y contribuyen a la obstrucción nasal.
   • Rinoplastia: aunque es más conocida como cirugía estética, en algunos casos se realiza para corregir problemas funcionales asociados con la desviación del tabique.
3. Tratamientos Complementarios:
   • Fisioterapia respiratoria: Puede ser útil en algunos casos para mejorar la respiración nasal.
   • Medidas de control ambiental: Especialmente en personas con alergias, controlar los desencadenantes ambientales puede ayudar a reducir los síntomas nasales.

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Pruebas diagnósticas

El diagnóstico de la desviación del tabique nasal se basa principalmente en la evaluación clínica y en el interrogatorio al paciente.

Las pruebas diagnósticas más comunes incluyen:

• Examen Físico: inspección visual de la estructura externa de la nariz para identificar cualquier anormalidad visible y la interna, con la ayuda de un espéculo, para inspeccionar las fosas nasales.
• Exploración Rinomicroscópica con cámara:  prueba médica que se realiza utilizando un rinomicroscopio para examinar el interior de la nariz y sus estructuras.
• Exploración Rinofibrolaringoscopia con cámara: prueba diagnóstica de tipo endoscópico que se utiliza para examinar las estructuras internas de la nariz, la garganta y la laringe.
• Tomografía Computarizada (TC): aunque no siempre es necesaria, una TC de los senos paranasales puede ser útil en casos complicados o cuando se sospecha de otras condiciones, como sinusitis crónica. Esta prueba proporciona imágenes detalladas de las estructuras internas de la nariz y los senos paranasales.
• Pruebas de alergia: si se sospecha que las alergias están contribuyendo a los síntomas nasales, se pueden realizar pruebas de alergia para identificar posibles desencadenantes.
• Rinomanometría: pruebas para evaluar el flujo de aire a través de las fosas nasales.

Preguntas frecuentes